¿Qué tipos de drogas existen y cómo afecta cada una?
Aquí podrás conocer algunos de los principales tipos de drogas que existen y cómo pueden afectarte. Conocerlos podrá ayudarte a pensar dos veces antes de utilizarlas.
Drogas depresoras del sistema nervioso central
Estas sustancias tienen en común la capacidad de entorpecer el funcionamiento del cerebro. Entre otras cosas, las drogas depresoras ralentizan la capacidad cognitiva.
Existen numerosos tipos de drogas depresoras, tanto legales como ilegales. Entre las principales se pueden mencionar el alcohol, los opiáceos, los tranquilizantes y los hipnóticos.
La drogas opiáceas incluyen la heroína, la morfina, el fentanilo, la oxicodona y la codeína. Su nombre se debe a su relación con los alcaloides presentes en el opio. Muchas son ilegales, mientras que otras son legales, pero de prescripción.
Los tranquilizantes e hipnóticos usualmente engloban algunos medicamentos de receta para la ansiedad o el insomino. Por ejemplo, los barbitúricos y las benzodiacepinas, que son legales, pero altamente adictivos.
El abuso de este tipo de drogas comienza cuando:
- La persona consume la sustancia de manera distinta a la recetada.
- La sustancia se consume sin haber sido recetada.
- La sustancia se emplea a pesar de ser ilegal.
La mayoría de los depresores inhiben la actividad cerebral normal. Esto provoca efectos calmantes, somnolencia y entorpecimiento motriz. El abuso de estos puede tener consecuencias tales como:
- Pérdida o dificultad para mantener la concentración.
- Dolores de cabeza.
- Pérdida de coordinación.
- Problemas de memoria
- Mareos.
- Dificultad respiratoria.
- Presión baja.
- Desmayos.
Una sobredosis de drogas depresoras puede provocar hipoxia, daño cerebral, coma o, incluso, la muerte.
Drogas estimulantes del sistema nervioso central
Este tipo de drogas incluye, entre otras, la cocaína, anfetaminas, nicotina y cafeína.
Las drogas estimulantes hacen lo contrarios a los depresores, sobreestimulan al cerebro. Esto provoca un estado de hiperactividad, alerta constante, dificultad para dormir, disminución del apetito y elevación del rendimiento físico.
A corto plazo, su consumo constante provoca:
- Aumento de la presión arterial y la frecuencia cardíaca.
- Aumento de la frecuencia respiratoria.
- Disminución de la circulación sanguínea.
- Aumento del nivel de azúcar en la sangre.
- Dilatación de las vías respiratorias.
Con su consumo prolongado, estos efectos pueden acrecentarse. Así mismo, puede causar psicosis, paranoia, delirio de persecución y estallidos de ira.
Además, si la droga se inyecta, el estado mental alterado puede reducir la precaución y aumentar las probabilidades de contagio de VIH o hepatitis.
Drogas perturbadoras del sistema nervioso central
Los perturbadores trastocan el funcionamiento habitual del cerebro.
Este tipo de drogas incluye:
- Alucinógenos, como el LSD, el peyote y los hongos.
- Cannabinoides, como la marihuana y el hachís.
- Drogas sintéticas, como el éxtasis y la ketamina.
Los perturbadores provocan distorsiones perceptivas y alucinaciones. No obstante, su consumo prolongado también puede causar daño orgánico y exponer al usuario a situaciones peligrosas.
No importa el tipo de droga, todas tienen sus consecuencias. No existen drogas más o menos malas, todas lo son.
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